Trastornos alimenticios: causas y cómo tratarlos

26 Jul 2024

¿Qué son los trastornos alimenticios (TCA)? Estos son entendidos como una patología donde el individuo tiene creencias negativas sobre su imagen corporal y la comida, que vienen acompañadas de comportamientos de restricción de ingesta, atracón, o expulsión de los alimentos. Sin embargo, aunque el foco siempre se ha puesto en estos aspectos, lo cierto es que hay algo mucho más profundo que comparten las personas con un TCA, y es el alto nivel de autoexigencia y la necesidad de control.

Tipos de trastornos alimenticios

La quinta edición del manual diagnóstico de trastornos mentales (DSM-V) registra la existencia de los siguientes tipos de trastornos alimenticios:

  • Anorexia Nerviosa: restricción de ingesta de alimentos que conduce a un peso corporal significativamente bajo.
  • Bulimia nerviosa: episodios recurrentes de atracones de comida acompañados de comportamientos compensatorios para prevenir el aumento de peso, como la inducción de vómitos, el consumo de laxantes o la realización de ejercicio excesivo.
  • Trastorno por Atracón: episodios recurrentes de atracones sin comportamientos compensatorios, donde el atracón se puede producir de forma muy rápida, se consumen alimentos hasta no sentir hambre, o se busca la sensación de culpa que se produce después.
  • Trastorno de Alimentación Evitativa/Restrictiva: preocupación por la imagen corporal donde se tiene una alimentación inadecuada, una pérdida significativa de peso, y una deficiencia nutricional que no se pueden explicar por la falta de alimentos en el entorno.
  • Pica: ingesta persistente y constante de alimentos no nutritivos.
  • Trastorno de Rumiación: regurgitación repetida de alimentos que pueden ser remasticados, redeglutidos o escupidos.
  • Trastornos de la Alimentación No Especificados que causan angustia y deterioro en el individuo, pero no cumplen con los criterios de los otros trastornos.

Causas más comunes

Las causas más comunes que, al entrar en interacción, pueden desembocar al desarrollo de un TCA, son las siguientes:

Factores biológicos

Diferentes factores biológicos como la predisposición genética (historial de familias con problemas para perder o ganar peso), disfunciones neuroendocrinas, problemas en el metabolismo basal o alteraciones en el sistema inmunológico pueden relacionarse con la aparición de los TCA.

Factores sociales

Entre los factores sociales que influyen en el desarrollo de los TCA encontramos

  • Cultura de la Imagen y le importancia que se da en redes sociales y los medios de comunicación al físico.
  • Presión y comparación social.
  • Cultura de la dieta y la alimentación sana: aunque la idea de esta cultura es que las personas consumamos alimentos de forma responsable y por nuestra salud, lo cierto es que a veces puede llevar a una mala relación con la comida y al miedo a engordar.

Factores psicológicos

Los factores psicológicos son cruciales para entender el desarrollo de los TCA, entre ellos encontramos:

  • Baja autoestima: la percepción negativa de uno mismo puede hacer que la persona sea más vulnerable a la presión social y por tanto a desarrollar un TCA.
  • Altos niveles de autoexigencia: el perfeccionismo y la autocrítica constante para hacerlo todo bien hace que la persona se vea en una constante sensación de no ser suficientemente buena para ser aceptada o valorada, lo cual la lleva a un estado de autocastigo, que a su vez desencadena ansiedad, baja autoestima e irritabilidad.
  • Necesidad de control: esto hace referencia a un fuerte miedo a la vulnerabilidad, a ser débil o estar expuesto al rechazo. Esto hace que la persona lleve su conducta justo al extremo contrario, es decir, a la necesidad de saber que tiene el control de lo que pasa.
  • Trauma: experiencias traumáticas como el abuso físico, emocional y sexual pueden dar lugar a una sensación de asco y desconexión con el cuerpo, dando como resultado un TCA como forma de afrontar el dolor emocional.

Cómo tratar los trastornos de la alimentación

Identificar por qué necesito controlar

Las personas que sufren problemas alimentarios han estado expuestas a situación de bullying, a padres excesivamente críticos o a abusos sexuales, es decir, situaciones muy ambivalentes y llenas de descontrol.

En general, se produce una asociación entre malestar y no control, por tanto, ahí surge la necesidad de controlarlo todo.

En esas situaciones extremadamente vulnerables, la persona desarrolló un mecanismo de defensa para poder sobrellevar todo el malestar, es decir, evitar contactar con nuestro yo más débil y vulnerable.

Cuando esa persona se hace adulta, ha cronificado esta forma de actuar, y en cuando aparecen situaciones de descontrol, la forma de sentir que tiene el control surge de muchas maneras, y en este caso, es a través de la comida, con el fin de compensar.

A su vez, esto acaba generando un alto nivel de autoexigencia, autocrítica y culpa, nuevamente como intento de controlar y dar sentido a lo que está pasando, evitando así que aparezca esa parte vulnerable que nunca fue atendida, y que nuestra atención esté en el autocastigo.

Abraza a tu niña o niño interior, tiene derecho a ser vulnerable

Las personas con un TCA emocionalmente han asociado la vulnerabilidad al dolor, y por tanto rechazan esta parte de sí mismas, tapándolas con capas y capas de autocrítica y control. Es necesario que muestres una apertura a tu vulnerabilidad, y que le des el espacio y el cuidado que nunca nadie le dio antes, ya que el vernos vulnerables es lo que nos moviliza al cambio. 

Verte vulnerable implica además abrazar a esa niña interior no atendida en la infancia, que igual necesitaba un abrazo o que sus seres queridos le asegurasen que todo iba a ir bien. Esa niña necesitaba sentirse segura, e igual así no hubiera necesitado desarrollar un método para sentir que tenía un falso control sobre sus emociones y lo que pasaba en el caos de su mundo.

Acude a un profesional si lo necesitas

Dar paso a esta parte vulnerable no es fácil, especialmente teniendo en cuenta que toda tu vida has desarrollado formas de evitar contactar con ella. Por eso, si entra dentro de tus posibilidades, lo mejor es que acudas a alguien que te acompañe y te sostenga en tu proceso de acompañar a tu niña interior, y, sobre todo, que ese alguien no solo vea tu problema con la comida, sino tu dolor, tus sentimientos de soledad, y te vea a ti como una persona, no como una etiqueta.