Heridas de abandono: entiendelas y sánalas

17 May 2024

¿Qué son las heridas del abandono?

Las heridas de abandono son un término que hace referencia al impacto emocional que crea en las personas, el hecho de haber sido poco cuidados y atendidos por los padres en la niñez.

A veces este abandono es difícil de comprender, ya que puede ser de tipo físico (cuidados, inculcar disciplina y hábitos, higiene y alimentación…), o de tipo emocional (sentirse escuchados, atendidos, preguntados, acogidos y validados en sus sentimientos).

¿Cómo impactan en la vida adulta?

Aunque a veces las circunstancias se imponen y no hay más opciones, siendo necesario o la vía menos mala, hay que entender que cuidar a los padres es una carga grande y desproporcionada para un hijo, para la que nunca está preparado, por muy maduro para su edad que este sea.

Es frecuente pensar que, cuando dicha situación pasa y el niño se convierte en un adulto, ya no tiene mayor impacto, sin embargo, este tipo de experiencia de abandono en la infancia, proyecta una alargada sombra hacia la vida adulta, influyendo enormemente en cómo ese niño que cuidó a sus padres se relaciona de adulto no sólo con ellos, sino también con otras personas e incluso, consigo mismo.

Síntomas de la herida de abandono

Los síntomas de la herida de abandono que se dan más frecuentemente son:

  • Perfeccionismo
  • Depresión
  • Ansiedad
  • Culpabilidad
  • Dificultades para el autocuidado
  • Pensamiento rumiante
  • Dificultad para comprometerse con sus propios objetivos
  • Tendencia a complacer a los demás
  • Problemas para poner límites
  • Falta de asertividad
  • Consumo de sustancias

Además, más allá de los problemas sintomáticos, condiciona enormemente cómo esa persona crea sus vínculos y relaciones afectivas de adulto, experimentando un profundo miedo al abandono, para evitar sentir de adulto en sus nuevas relaciones, el dolor que experimentó de niño. Aunque pueda parecer paradójico, esto le lleva a moverse en posturas muy marcadas de dependencia excesiva (busca en su nueva pareja esa compañía y seguridad que no tuvo) o todo lo contrario, con un afán extremo de mantener su independencia, a fin de no volver a necesitar a nadie por el temor de volver a verse sólo o teniendo que cuidar a otros.

Este miedo al abandono también puede llevarle a asumir roles de cuidador, en los que repite en sus nuevas relaciones lo que hacía de pequeño, ya que para él la forma de expresar amor es a través del cuidado. Esto le lleva muchas veces al autoabandono, ya que su foco está siempre en cuidar a otros y no de sí mismo. Este proceso puede darse exactamente al revés, con un exagerado “egoísmo” y “mirar por lo suyo” ante el miedo de volver a ver eclipsadas sus necesidades por la de los demás.

Cómo sanar heridas de abandono

Si nos preguntamos cómo sanar las heridas de abandono, de forma que no sigan condicionándonos de adulto, la terapia focalizada en la emoción es un tipo de intervención muy adecuado, ya que se trata sobre todo de una herida emocional que condiciona mucho la forma de funcionar más que un “problema objetivo” que ocurra actualmente en la vida de la persona.

En la psicoterapia, y con ayuda del psicólogo, el paciente podrá expresar e integrar las emociones reprimidas (normalmente de tristeza y rabia), así como encontrar solución a esos conflictos emocionales y sentimientos encontrados hacia los padres (por un lado suelen dar pena por su dramática situación pero también enfado) y elaboración del duelo de la infancia normal y alegre que no se tuvo, así como recuperar la sensación de agencia, responsabilidad y empoderamiento necesarias para que la persona se sienta capaz de cuidarse y de anteponerse a otros cuando sea necesario.